La mayoría de los cerebros pueden ser entrenados como cualquier otra parte del cuerpo, sin drogas, sin diagnósticos. Una cuestión de meses, 2-3 horas/semana puede hacer cambios duraderos cómo nosotros pensamos, sentimos, actuamos y funcionamos-aún como nuestros cuerpos trabajan.
Hace un siglo la sicología comenzó a tratar de ayudar a la gente a cambiar sus pensamientos, sentimientos, comportamiento y funcionamiento a través de una serie de teorías de la mente. En aquel entonces-y por décadas después-muy poco era conocido acerca del cerebro, así que la sicología se enfocaba en diagnosticar trastornos y en tratar de cambiar las mentes de la gente desde afuera hablando.
Más recientemente ha habido un reconocimiento creciente que la mente y el cuerpo no son dos cosas separadas. La mente es nuestra experiencia interna de la forma que nuestro cerebro procesa información. Desde el conductismo y más allá, técnicas nuevas se han enfocado más en el cerebro, pero la sicología permanece fundada en su concepto principal de trastornos mentales y diagnósticos.
Más de una década de investigación, sin embargo, ha hecho cada vez más claro que nuestros pensamientos, sentimientos, comportamientos y funcionamiento son consecuencias naturales de diseños estables de activación en nuestros cerebros. Aún más, ellos pueden ser cambiados cambiando esos “hábitos” del cerebro en formas que sean solo tan permanentes como nuestros “problemas” han sido. Y para muchos de nosotros esto puede ser hecho sin diagnóstico, sin medicamentos.
El cerebro produce billones de diminutos pulsos electroquímicos cada segundo y los enruta a través de trillones de redes, creando así el sistema de energía más poderoso y adaptivo en el universo. Ahora nosotros podemos medir cuanta energía está siendo producida, dónde y cuando es producida, que tan independientemente las áreas del cerebro pueden trabajar y qué tan eficientemente pueden trabajar juntas, que tan flexibles y que tan estables son sus patrones.
Uno de los resultados claves acerca del cerebro, es qué como todos los sistemas complejos caóticos, tiende a mantener patrones estables por periodos largos de tiempo. Durante los últimos 20 años, investigadores han mostrado que estos patrones de activación estable tienden a relacionar cómo nosotros vemos el mundo, cómo actuamos en él, cómo sentimos, pensamos y aprendemos. Aún más, como muchas partes del cuerpo, nosotros tenemos el poder de cambiar esos patrones por entrenamiento. Tal como el ejercicio aeróbico puede cambiar la habilidad de nuestros sistemas cardiopulmonares para mantener niveles de energía más altos para que así el entrenamiento pueda cambiar las capacidades de nuestros cerebros. Y al cambiar nuestros cerebros pensamos, sentimos, actuamos y funcionamos.
Finalmente, aunque el cerebro usa químicos para ayudar a pasar su información, cambia cómo nosotros
añadiendo químicos de afuera (medicamentos) tiende a no producir cambios duraderos. Con el tiempo, el cerebro se ajusta a ellos. Ejercitar para cambiar el sistema de energía, sin embargo, cambia la química naturalmente, y los efectos duran.
La siquiatría y sicología del oeste se han enfocado en el concepto de “normal” esencialmente queriendo decir “cerca del promedio”. Trabajando con muchos órganos en el cuerpo, esto es un concepto útil, pero debido a la extrema individualidad de los patrones de energía del cerebro humano, es difícil decir exactamente qué es normal. ¿Tiene un poeta y un contador los mismos patrones de cerebro? No es probable. Sus fortalezas y debilidades son probablemente opuestas. ¿Cuál es normal? Más importantemente, ¿cuantos de nosotros queremos ser “promedio” en todo?
Este acercamiento de la “patología” en describir el cerebro ha resultado en algunos resultados indeseables. Mientras los números de diagnósticos siquiátricos casi triplicado de 106 en 1952 a 297 en 1994, aún los siquiatras envueltos en desarrollar el diagnóstico manual admiten que ello ha llevado a la “medicalización de 20-30 por ciento de la población quien puede no haber tenido ningún problema mental serio”. El National Institute of Mental Health ha discutido que el sistema de diagnósticos es no científico y subjetivo, dependiendo en síntomas superficiales y artificiales dividiendo líneas entre trastornos y “normalidad”.
Alguien que está fuera de forma es poco probable de recibir un diagnóstico médico. Pero un cerebro incapaz de mantener niveles altos de energía probablemente será diagnosticado con “desorden de déficit de atención”. Como la mayoría de los diagnósticos de salud mental en uso hoy, esto es solamente una descripción de síntomas. El resultado de esta “medicalización” es solo peor que una gran cantidad de niños y adultos con diagnósticos mentales. El uso de medicamentos anti-depresivos se ha cuadruplicado en solo 20 años. Ahora hay los medicamentos usados más comúnmente por americanos de 18-44 años de edad. En 2003, había 400 americanos diagnosticados con desorden bipolar por cada UNO en 1994-un aumento de 4000% en 9 años. 20% de los niños americanos son ahora diagnosticados con un desorden siquiátrico y están tomando medicamentos sicoactivos.
Un número creciente de proveedores de salud mental han llegado a reconocer que como nosotros pensamos, sentimos, actuamos y funcionamos está relacionado a los patrones en nuestros cerebros. Nosotros no necesitamos el diagnóstico. Nosotros podemos simplemente observar los síntomas, identificar los patrones y comenzar a cambiarlos.
Una de las mejores cosas del entrenamiento es que nadie se lo hace a usted. Si usted trabaja o no con un entrenador profesional, usted es quien está haciendo el ejercicio y usted es quien está haciendo los cambios.
La mayoría de los diagnósticos mentales no son “curables”. La sicoterapia enseña a los “pacientes” a “vivir con” sus problemas. Los enfoques de medicamentos no pretenden producir cambios duraderos: “usted puede manejar el problema con drogas, pero no puede arreglarlo”.
El entrenamiento del cerebro le da a usted el poder de cambiarse a sí mismo. Usted tiene el poder no solamente de cambiar esas cosas que originalmente le hicieron buscar ayuda, pero prácticamente todo en la forma que usted piensa, siente, se comporta y funciona.
Tal como con el entrenamiento de otros sistemas en su cuerpo, usted puede encontrar más eficiente o efectivo trabajar con un profesional, pero es cada vez más factible entrenar su propio cerebro si usted tiene la motivación y la organización para hacerlo suceder.
Si viene de su cerebro, el entrenamiento puede cambiarlo. La habilidad de proyectar distracciones y permanecer enfocado por periodos más largos en tareas mentales puede ser entrenada. El aprendizaje y la memoria son educables. Los estados anímicos y emociones que usted siente y su habilidad de controlar como usted los expresa responden a cambios en los patrones del cerebro. Como usted actúa y se comporta y qué tan bien usted puede controlar estas cosas también son basadas en el cerebro. Pensamientos repetitivos y comportamientos que parecen fuera de su control pueden ser reducidos y eliminados. Lesiones a su cerebro pueden responder al entrenamiento. La habilidad de usted de funcionar en situaciones estresantes, de funcionar a su máximo en los deportes o el arte o la vida son todos educables. Como usted se relaciona con otros y su habilidad de formar y sentirse seguro en relaciones íntimas pueden ser cambiados.
Pero más allá de esas áreas de pensar/sentir/comportar y funcionar, la habilidad de producir mejoramientos en medidas físicas es también una parte del entrenamiento del cerebro. Mejorar su dormir, controlar su apetito, tratar con manos frías y pies, dolores de cabeza y migrañas, sudor excesivo, latidos acelerados del corazón, aún la habilidad del sistema inmune de combatir amenazas, todo esto responde a cómo su cerebro está produciendo y usando energía. Y eso puede responder al entrenamiento.
Finalmente, la habilidad de mejorar el acceso a sentimientos profundos y estados espirituales, mejorar la vida meditativa o de oración, encontrar paz interior y llegar a ser resistente a reacciones estresantes, responde a lo que es llamado “estados profundos” del entrenamiento del cerebro.
El entrenamiento del cerebro no se enfoca en cambiar la mente consciente. El entrenamiento del cerebro cambia los patrones fundamentales mejor sin la mente “activa”. Lo que nosotros necesitamos realmente es un “espejo”.
El ejercicio aeróbico, yoga y entrenamiento con pesas no requiere de usted pensar acerca de lo que está haciendo o aprender cualquier truco. Ellos producen cambios en cómo el cuerpo responde automáticamente extendiéndolo regularmente por un periodo de tiempo. Pero hacer ejercicio aeróbico es probablemente mejor si usted usa un contador de pulso. El feedback le dice a usted cuando está trabajando demasiado duro-o no suficientemente duro-y cuando usted está en el alcance más eficiente del entrenamiento. La yoga o pilates son a menudo hechas con un espejo para permitirle a usted mirar si está manteniendo la posición apropiada para maximizar el efecto.
El entrenamiento del cerebro también usa el feedback para reflejar al mismo cerebro qué tan efectivamente está trabajando. Los juegos o música o gráficas o archivos de video están entre los “espejos” que son parte del entrenamiento. Usted no tiene que “descifrar” o “comprender” el feedback con la mente activa. En realidad, pensar mucho puede bloquearla. El feedback responde a lo que el cerebro está haciendo-a menudo con tan poco como ¼ de segundo de retraso. Es demasiado rápido y demasiado móvil para la mente hacer sentido de ello. Trabaja a la velocidad del cerebro.
Uno de los trabajos principales del cerebro es darse cuenta y aprender de las reacciones ambientales hacia acciones específicas que realiza. La trayectoria de cada actividad motora es seguida para ver como qué fue actualmente hecho comparado con lo que el cerebro pensó que estaba haciendo. Los espejos en el medio ambiente no son muy consistentes. Una vez un niño dice algo bromeando a un padre o un maestro, el resultado es una risa. En otro momento la respuesta puede ser enojo. Pero el espejo de feedback del software del entrenamiento del cerebro es consistente e inmediato. La mente no necesariamente sabe lo que el cerebro está haciendo, así que no puede comprender el feedback, pero el cerebro puede.
Al entrenar consistentemente sin “pensar acerca” de ello o tratar de “hacerlo suceder” con su mente consciente, usted puede guiar a su cerebro a abandonar un hábito viejo y formar uno nuevo que pueda producir cambios duraderos en muchas de las cosas “automáticas” que parecen suceder en su vida- y cambiarlas en formas que a usted le gusten más.
Ya sea que usted esté entrenando su centro ejecutivo con HEG o trabajando en patrones generales del cerebro con EEG, el entrenamiento envuelve usar 20-50 minutos cada varios días la computadora. El plan de entrenamiento le dice a usted donde colocar los sensores en su cabeza, lo que el cerebro mide para entrenar ya sea que haga así con los ojos cerrados o abiertos o haciendo una tarea. Es muy parecido a ir al gimnasio varios días a la semana o tomar una clase de pilates o yoga regularmente.
El entrenamiento HEG no requiere una evaluación, así que puede ser hecho por cualquiera que desee cambiar funciones ejecutivas como motivación, planeación/organización, atención/enfoque, control de lenguaje/reacciones de comportamiento y emocionales, memoria funcional, inhibiciones sociales, etc.
La EEG es un acercamiento más complejo y debe ser basado en una evaluación. Nuestro Trainer’s Q permite al profesional o al entrenador no profesional reunir un mapa completo de 20 canales del cerebro y produce un plan de entrenamiento detallado, personalizado y resumen del cliente dentro de media hora. El entrenamiento se enfoca en esos patrones presentes en el cerebro del individuo que están relacionadas a las metas del entrenamiento.
El Brain-trainer ha desarrollado el acercamiento del entrenamiento del Whole-Brain: trabajando todos los patrones mayores presentes en el cerebro de un cliente en un circuito de 5 sesiones. Al igual que el circuito de entrenamiento en el gimnasio, entrenar cruzado aeróbicamente o trabajar en varias rutinas de yoga o pilates, este acercamiento entrena el complejo entero desde múltiples direcciones. Debido a que hay cinco entrenamientos diferentes en las primeras cinco sesiones, no es poco común para los clientes experimentar un efecto positivo muy temprano en el entrenamiento. Mientras el entrenamiento progresa, la frecuencia de las sesiones es reducida hasta que el cerebro demuestra que él mantiene los cambios positivos producidos por 1-2 semanas sin sesiones adicionales. Mientras esta estabilidad ocurre, el entrenamiento puede ser terminado, o puede ser cambiado a otras opciones (por ejemplo: entrenamiento de estados-profundos).
Para obtener más información en como usted puede implementar el acercamiento poderoso, eficiente del brain-trainer con sus clientes-o usted mismo-dé una mirada a nuestros Paquetes iniciales de calidad en la sesión de Equipo de este sitio. O mande un correo electrónico o llámenos y nosotros le ayudaremos a decidir qué es lo mejor para que usted comience.